Arpegios de 7ª (primera parte)

Intro
La palabra arpegio nos remite a esa forma de tocar los acordes que nos hace acordar al sonido del arpa. Las notas no son tocadas simultáneamente o rasgueadas sino en forma alternada, en la guitarra esto hace referencia a dos cosas sensiblemente diferentes. Por un lado a una técnica de la mano derecha que se ejecuta con los dedos (aunque también puede hacerse con pua). Y por otro lado a el esquema de notas que conforman el acorde, más allá de la "posición". Por ejemplo:

Acorde de Am7:

Arpegio de Am7 en la misma zona de la guitarra


Por supuesto que no podríamos tocar todas estas notas simultáneamente para hacer sonar el acorde de La m pues no alcanzan los dedos, y por otro lado muchas están en la misma cuerda. Pero el conocimiento de los diagramas de los arpegios nos posibilita crear otras posiciones para el acompañamiento, sobre todo si tocamos dentro de una banda y, lo más importante: conocer si la nota que estamos punteando en un solo pertenece al acorde que está sonando, que es un requerimiento para que el solo suene con una secuencia de acordes.
Muchas veces nos conformamos con que al puntear lo estemos haciendo dentro de la escala (o pentatónica) de la tónica de la secuencia. Pero esto no hace que suene bien, simplemente no "desafina". Para que un solo "suene" en un tema es necesario que tenga relación con el suceder de los acordes, con las notas que lo conforman. Los sonidos del solo tiene que estar en relación con los sonidos del acorde que suena en ese momento, porque, por otro lado así se escuchan: juntos.
De esta manera el proceso de solear se convierte más en una melodización.
Cuando se armoniza una melodía, se eligen acordes que contengan las notas de la melodía, por lo tanto esta forma de usar arpegios para los solos se constituye en la manera inversa a la armonización, por eso la llamo melodización.