Inicio II
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Entonces, antes que nada, estar dispuesto a dedicarle tiempo a esta instancia.
No existe docente ideal, pero si uno que se adecue a nuestras necesidades, y es importante ir aclarándolas ¿qué quiero de un profesor? ¿Cuáles son mis necesidades?.
No hay una manera única de estudiar música, hay tantas como personas. La música es una disciplina muy amplia y cada uno de nosotros somos seres totalmente irrepetibles.
¿Es un profesor particular ò una institución lo que necesito?
Una institución tiene una estructura predeterminada nos precede y si bien todo profesor tiene pre-conceptos de qué enseñar y como, siempre es una posibilidad de que la enseñanza particular sea más personalizada, cosa que no podemos esperar de una institución. Pero la institución nos brinda la posibilidad de intercambio mas fluido con otros que también están aprendiendo, lo que nos permite atravesar esa sensación de soledad que produce el aprendizaje, esa sensación de que “soy el único pelotudo que esto no le sale” magníficamente parodiado por Capussoto con su Juan Carlos Pelotudo (magnífico).
El otro principio importante a tener en cuenta es la evaluación. Las instituciones tienen sistemas para ir evaluando el proceso de aprendizaje y objetivos predeterminados. En las clases particulares con un profesor es sumamente importante hacernos cargo, junto con él, de ir evaluando como se va aprendiendo è ir poniéndose objetivos. Este hacerse cargo, es muchas veces uno de los puntos más difíciles de abordar pues existe una idea que es el profesor el que sabe a donde tenemos que ir, cuando apenas puede saber como.
Factores como lo económico y la distancia, por supuesto, son importantes. Contratar por una suma que podamos luego afrontar.
Lo económico, que en definitiva es el contrato laboral debe ser suficientemente claro como para que no entorpezca el desarrollo del proceso de aprendizaje, si no está claro la disposición del profesor se verá afectada. Siempre digo: “si mi cabeza está ocupada en si me va a pagar ò no, no puede conectarse con las necesidades del alumno, y me quedo en mí necesidad, y la magia del aprendizaje (enseñaje), no se produce.
La distancia creo que es un factor también a tener en cuenta.
La conducción del aprendizaje, como dijimos, debe ser, en los casos de la enseñanza personalizada, de parte del alumno. Esto significa “mantener actualizado” al docente de los intereses, gustos y del rumbo que no desea que tome el aprendizaje .Aunque sean altamente cambiantes. Los intereses siempre van cambiando y esto debe reflejarse en las clases (esto no pasa en la enseñanza institucionalizada). También es importante el aporte del material que vaya requiriendo el proceso.
En definitiva hay un "hacerse cargo” diferente por parte del profesor, pero sobre todo del alumno.
Y tal vez el tema más importante, en esta cuestión de hacerse cargo, es la práctica cotidiana. Comenzar a tomar clases es abrir un espacio para la clase en la agenda semanal, pero además es abrir nuevos espacios de tiempo para la practica, que lo mejor es que sea diaria. Pero es un proceso que lleva su tiempo, que tiene que ver con: quitárselo a otras actividades, “hacerse la costumbre”, tener el espacio físico y de intimidad que requiere la práctica, y también tener el instrumento a mano. Modificar costumbres, encontrarse con el instrumento de otra manera. Creo que lo mejor es proponerse una corta práctica diaria que no supere los 10 minutos (ver etiqueta: rutinas), en todos los casos inventar una forma que se adecue a nuestra cotidianidad. Sabiendo que esto no se logra en las primeras semanas.
CONTINUARÁ....
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